noviembre 24, 2020
El CIP publica aquí la carta que el 20 de noviembre de 2020 enviamos a la atención del Director General de la FAO Qu Dongyu en el marco del Intercambio de Cartas CIP-FAO que comenzó en 2003. Esta carta fue una reacción a la «nueva asociación estratégica» entre la FAO y CropLife firmada por el Director General el 2 de octubre, y presenta nuestra declaración. CropLife International es una organización que representa los intereses de las mayores industrias agroquímicas del mundo, como Syngenta, Bayern-Monsanto, BASF, etc., mientras que la asociación estratégica declara que tiene como objetivo lograr sistemas alimentarios sostenibles y contribuir al logro de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. Estos logros se realizarán, obviamente, mediante el desarrollo y la aplicación de «tecnologías nuevas y sostenibles»… En el CIP sabemos que para erradicar el hambre y la malnutrición es fundamental lograr un compromiso político y alianzas importantes con las principales partes interesadas. La inseguridad alimentaria sólo puede derrotarse mediante una colaboración eficaz con los gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones que representan a los productores de alimentos, principalmente en pequeña escala, el sector privado, el mundo académico, los centros de investigación y las cooperativas, y utilizando los conocimientos y las ventajas comparativas de cada uno. Por consiguiente, la FAO debe seguir siendo un espacio multilateral neutral de enfrentamiento, y no puede ser cooptada por el intento de los intereses privados de obtener ingresos a expensas de los productores de alimentos en pequeña escala, los consumidores, las comunidades locales y el medio ambiente. En todas sus diversas formas, la sociedad civil ya ha demostrado en gran medida su capacidad de movilización, campaña y lanzamiento de iniciativas que buscan la justicia social, el respeto de los derechos humanos y una vida digna sin pobreza ni hambre. Además de su labor de promoción, las organizaciones de la sociedad civil poseen conocimientos técnicos y de base específicos para cada contexto e importantes a nivel mundial, y su labor y sus preocupaciones suelen coincidir con el mandato y la labor de la FAO. Por lo tanto, con la presente carta, el CIP desea también transmitir las siguientes recomendaciones al Director General:
- Se debería retirar el acuerdo entre la FAO y CropLife, solicitando una evaluación oficial de los países miembros de la FAO sobre su contribución a los objetivos de la FAO y el respeto de los procesos en curso.
- La FAO debería respetar y aplicar la Estrategia de la FAO para la asociación con la sociedad civil, así como la Estrategia de la FAO para la asociación con el sector privado.
- La FAO y sus Estados miembros deberían recordar que los productores de alimentos en pequeña escala no entran en el ámbito del sector privado, aunque en principio, las organizaciones de productores de alimentos entrarán en la estrategia del sector privado; sin embargo, las organizaciones de productores de alimentos en pequeña escala cumplen los criterios para las OSC.
- La nueva estrategia de la FAO para la asociación con el sector privado debería aplicarse respetando la estrategia elegida en 2013, y sin crear conflictos o contradicciones con la estrategia de la FAO para la asociación con la sociedad civil